Pascual no tuvo una buena fase clasificatoria, ya que solo le ganó al brasileño Enzo Araki por 5-3 y perdió ante José Quintero, de Venezuela, por 5-4, el mexicano Julián Ayala por 5-1, el canadiense Shaul Gordon por 5-2 y el colombiano Sebastián Cuellar por 5-4.
Su suerte cambió en las eliminatorias, ya que en octavos de final le ganó al canadiense Joseph Polossifakis por 15-2, en cuartos superó al estadounidense Eli Dershwitz, subcampeón mundial en 2018, por 15-14 tras haber estado en desventaja por 5 puntos y, en semifinales, superó al cubano Harold Rodríguez por 15-7.
La actuación de Pascual entra en la historia, ya que es el primer argentino finalista en el sable masculino de los Juegos Panamericanos desde Winnipeg 1967, cuando Román Quinos perdió con el estadounidense Anthony Keano. Cuatro años después, en Cali 1971, Quinos obtuvo la medalla de bronce.
Por su parte, Isabel Di Tella ganó de punta a punta su grupo en la fase inicial, con cinco victorias en cinco enfrentamientos, por lo que avanzó directamente a los cuartos de final.
La argentina le ganó en la fase de grupos a Sheila Tejeda (México) por 5-4, a la venezolana María Gabriela Martínez por 5-2, a la peruana Cynthia Roldán por 4-3, a la canadiense Malinka Hoppe por 4-3 y cerró con victoria sobre la cubana Seily Mendoza 5-4.
En los cuartos de final volvió a imponerse a la mexicana Tejeda, por 15-10, pero luego no pudo mantener su racha ganadora y cayó ante la venezolana Patricia Piovesan, por 15-12.
Esta medalla de Isabel es la tercera para Argentina en la historia de esta categoría en Juegos Panamericanos donde Elida Agüero fue bronce en Winnipeg 1999 y Guadalajara 2011.
Estas medallas de los hermanos Di Tella lleva la cosecha de la esgrima argentina en Lima 2019 a tres, luego de la presea de plata que obtuvo María Belén Pérez Maurice.