El estadio, que fue terminado en tres años, se presentó oficialmente en una ceremonia en la que participaron Shinzo Abe, el Primer Ministro japonés, Yuriko Koike, el gobernador de Tokio, y Toshiro Muto, CEO de Tokio 2020.
“Creemos que el estadio se convertirá en un legado irremplazable, un lugar que permitirá a las personas pasar días saludables y gratificantes disfrutando del deporte durante otros 50 años o incluso más. Con esto en mente, continuaremos nuestros preparativos para organizar los mejores juegos de la historia”, dijo Muto.
Completamente reconstruido para Tokio 2020, el estadio es un símbolo de gran orgullo y tradición en Japón, ya que fue utilizado como la sede principal de los Juegos Olímpicos Tokio 1964.
El arquitecto japonés Kengo Kuma fue quien lo diseñó e hizo hincapié en la conciencia ambiental. Imaginado como un “árbol viviente”, el exterior del estadio consiste de múltiples capas de aleros de madera que representan a cada una de las 47 prefecturas de Japón.
El diseño de forma ovalada presenta tres niveles de asientos debajo de un techo parcialmente cubierto de acero y madera enrejada. También cuenta con sistemas de enfriamiento que ayudan a descargar el calor y la humedad provocados por las altas temperaturas. Está ubicado en el parque Meiji Jingu Gaien, que Kuma describió como “el lugar más verde de Tokio”.
El Estadio Olímpico será inaugurado oficialmente el 21 de diciembre y el primer evento que se celebrará allí será la 99º Copa del Emperador del Campeonato de Fútbol de Japón, el 1 de enero de 2020.
Una vez terminados los Juegos, que se llevarán a cabo del 24 de julio al 9 de agosto de 2020, el estadio se utilizará para eventos deportivos y culturales.