“Empecé muy bien la serie, en la pool de eliminación, clasificando en segundo lugar. Eso me permitió eludir el cuadro de 16 y entrar directamente al de 8. En cuartos de final me crucé con una chica (la brasileña Tais Rocher) con la que me crucé el año pasado en el Sudamericano de esgrima y perdí. Eso estuvo bueno porque pude llevar adelante el asalto y ganarlo. Y en semifinales tuve como rival a una venezolana (Liz Rivero) que es muy rápida y tiene un excelente nivel. Y si bien al principio se me complicó, pude resolverlo y ganar. Fueron dos victorias muy importantes para mí. En la final empecé bien, pero se me escapó por muy poquito. Tal vez haya sido un poco por la ansiedad, pero lo importante es que voy por el buen camino, que progresé mucho y que quiero seguir trabajando para no dejar de crecer en el deporte”., agregó.
La esgrimista porteña confesó que “creo que voy a poder disfrutar de esta medalla más adelante. Ahora, si bien estoy contenta, me quedan en la cabeza las imágenes de la final. Siempre se aprende, de todo; lo importante es que he progresado en relación a otras participaciones en los ODESUR. Todo sirve para seguir progresando y para no colgarse de un hecho puntual, como pudo ser esta final”.