El 14 de febrero de 1942, con 12 años, ganó en estilo pecho su primera competencia. El torneo interno de Obras Sanitarias, se disputó en la pileta de Núñez que tenía una medida no reglamentaria de 33 metros. Fue tal su desempeño que el entrenador del club habló con sus padres sobre las condiciones de Enriqueta para que comience a entrenar con el equipo del club. A partir de allí, entusiasmados con la idea, sus padres acomodaron su vida familiar para acompañarla y apoyarla en sus primeros pasos deportivos.
Se recibió de maestra en la Escuela Normal Superior Presidente Roque Sáenz Peña y allí fue capitana del equipo de natación, con el cual ganó los intercolegiales de 1944, 1945 y 1946.
La atleta fue ganadora de campeonatos argentinos en todas las categorías y en 1946 realizó su primer viaje al exterior para competir en el Sudamericano de Río de Janeiro.
En 1948 representó a Argentina en los Juegos Olímpicos de Londres, donde compitió en 100 metros libres (30°), 400 metros libres (19°) y en la posta 4 x 100 metros (10°).
Un año más tarde participó del Sudamericano de Buenos Aires y en 1950 comenzó a practicar esgrima y a estudiar derecho en el flamante edificio sito en Figueroa Alcorta donde le pidieron ser profesora ad honorem de natación. Ahí se enteró que el año anterior el nadador Antonio Abertondo había cruzado el Canal de la Mancha, lo que despertó su interés por ese nuevo desafío a pesar de que era una nadadora de pileta y nunca había hecho natación en aguas abiertas.
El cruce a nado del Canal de la Mancha lo organizaba el Diario Daily Mail, de Londres, y admitía solo a 20 nadadores. En 1951 se anotaron 1551 y el cupo de nuevos aspirantes se redujo a 12 ya que aseguraban su lugar los competidores que habían realizado el cruce con anterioridad. Así mismo, Duarte se ganó un lugar para emprender su más grande aventura.
El día de la carrera el mar estaba muy picado lo que le hizo creer a la nadadora argentina que iba a tardar 22 horas en cruzar la masa de agua y para ello se preparó psicológicamente. Pero el mayor estímulo lo tuvo a las seis horas de nadar cuando comenzó a vislumbrar los blancos acantilados de Dover, sabiéndose así cerca de la costa británica.
La hazaña del Canal de la Mancha marcó un antes y un después en la vida de Enriqueta Duarte. Fue la primera mujer latinoamericana en cruzarlo y, con 13 horas y 26 minutos, ocupó el tercer puesto en la general y se adueñó del recórd suramericano al superar al argentino Antonio Albertondo y al peruano Daniel Carpio, que ya habían realizado la prueba anteriormente.
Esa no fue la única proeza que Enriqueta atesora entre sus méritos ya que el 2 de marzo de 1963 cruzó a nado el lago Nahuel Huapi.
Este hecho sin precedentes se realizó a pesar de que los organizadores quisieron convencer a la nadadora porteña de realizar la prueba otro día debido a que el oleaje era demasiado fuerte y las condiciones no estaban dadas. Enriqueta hizo caso omiso e igualmente se lanzó al agua en malla, con gorra y antiparras, dado que no había trajes de neoprene en esa época. Enseguida se dio cuenta que el lugar donde la habían dejado no era el correcto y debió nadar 8 kilómetros para quedar en línea directa al Centro Cívico y recién desde allí comenzar el cruce. Si bien la distancia a nadar era de 10 kilómetros, ella nadó 18, y atravesó el lago en 2 horas, 54 minutos y 4 segundos ante la atenta mirada de los barilochenses que la vitoreaban desde la orilla.
En cuatro oportunidades más volvió a cruzar el Nahuel Huapí y en 1965 hizo lo propio con el Lácar.
Desde 1985 hasta 2006 fue campeona master de natación, en torneos nacionales, sudamericanos, panamericanos y mundiales. En el año 1998 cruzó los ríos Orinoco y Caroní en Venezuela y llegó primera en su categoría, compitiendo con seiscientos nadadores.
Desde 2006, Enriqueta organiza año tras año la “Prueba Internacional, cruce a nado del Lago Nahuel Huapí”.
Enriqueta Duarte, en 2007, fue distinguida por la Cámara de Senadores de la Nación con el Premio Delfo Cabrera y la Cámara de Diputados de la Nación le otorgó el Premio a la Trayectoria Deportiva. Asimismo, en 2011 la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Municipio de Tigre la reconocieron como Personalidad Destacada del Deporte. Y, la ciudad de Bariloche la declaró Huésped de Honor en 2015.
Galería Crédito: La Nacion - Rodrigo Néspolo