No cualquier deportista tiene la chance de representar a su país en un Juego Olímpico. Menos aún en dos. Sin embargo, Fernández se ilusiona con esa posibilidad. "Si se da, es algo impresionante. Para el handball también va a ser el segundo, por lo que poder tener el orgullo de haber estado en los dos va a ser buenísimo", dijo esperanzado.
Luego del décimo lugar en Londres 2012, el equipo ya se planteó un objetivo de cara a Río 2016: terminar entre los ocho primeros y llevarse un diploma olímpico. "Esperemos que en éste nos vaya un poquito mejor que en Londres. Era el primero y por ahí para el handball era un poquito difícil. Ahora tenemos experiencia a favor", sostuvo Fernández.
"Creo que en Río vamos a pasar de ronda. Dependemos un poquito del grupo que nos toque. Tenemos que trabajar mucho, hay muchas cosas por mejorar. Pero vamos por buen camino, el equipo está afianzado", agregó.
Los mejores seleccionados dirán presente en el certamen, lo que hará más difícil para Argentina alcanzar su meta. Sin embargo, Los Gladiadores demostraron poder romper con los pronósticos.
"Estarán las 12 mejores selecciones del mundo. La vara está muy alta, hay equipos muy muy buenos y si no entrenamos ni nos preparamos bien, no nos va a ir de la manera que queremos", expresó Federico.
El jugador de Universidad de Luján también se imaginó lo que será compartir la Villa Olímpica, una vez más, con los mejores deportistas del mundo. "Eso es lo que tiene de bueno: estar en contacto con estrellas del mundo. Es algo que hay que disfrutar. Estuvimos en una, así que ya nos sacamos el gusto de sacarnos algunas fotos. Es genial y hay que aprovecharlo", dijo.
Sobre la potencial ventaja que la Albiceleste fuera a tener en Río, dada la cercanía, Fernández expresó que "irá mucha gente de Argentina. Vamos a jugar un poquito de local. Tener a la familia cerca, los amigos...Eso va a ser bueno".