BASQUETBOL

Era muy difícil, casi imposible. Había que esperar un milagro, pero esta vez no se dio. El poderoso seleccionado de Estados Unidos, el famoso Dream Team, terminó con las ilusiones del seleccionado argentino de basquetbol de repetir la historia de Atenas 2004, cuando nació el mote de la Generación Dorada, al vencerlo por 105-78 y eliminarlo en cuartos de final, en partido jugado en el estadio Arena Carioca I, del Parque Olímpico de Barra de Tijuca. Más allá de eso, el basquetbol le dio a Argentina un DIPLOMA OLIMPICO.

Este partido tuvo un hecho muy especial para el basquetbol argentino: representó la despedida de Emanuel Ginóbili, el jugador símbolo de aquella Generación Dorada que ganó el oro en Atenas, y también de Andrés Nocioni, quienes lo confirmaron después del encuentro. “Manu” tuvo una despedida inolvidable, homenajeado por los mismísimos jugadores de la NBA (ninguno de ellos lo supera en la cantidad de anillos -cuatro- ganados en esa ultra competitiva Liga).
El conjunto norteamericano, que se medirá en las semifinales con España, mostró como principal figura al alero Kevin Durant, responsable de 27 puntos (7-9 en triples). En el quinteto argentino, el máximo anotador resultó el capitán Luis Scola, con 15 tantos. 
Pese a la caída y eliminación, los simpatizantes argentinos armaron un verdadero carnaval en las tribunas. Casi 3.000 hinchas de un equipo que (con otros exponentes también) supo despertar los mayores elogios, y emociones por doquier, brindaron una ovación conmovedora. 
El último tramo del partido, con una ventaja indescontable en el marcador, sólo pasó por lo emocional. La salida del histórico número 5 del seleccionado, a un minuto y 50 segundos del final, deparó miles de emociones. El marcador en contra 78-105 no le importó a casi nadie de esos que dejaron la garganta a puro grito para despedir del seleccionado a un hombre que supo marcar historia en este deporte.

Emocionado hasta las lágrimas, Emanuel Ginóbili, en charla con los periodistas, en la zona mixta, dijo sobre su retiro: “A los 39 años el haber tenido esta última oportunidad de jugar por Argentina en los Juegos Olímpicos fue muy lindo. Fueron 104 partidos los que jugué con la selección, casi 20 años, siempre contribuyendo para que el equipo juegue bien. Me siento feliz por todo lo que me tocó vivir, aunque haya pasado por momentos muy altos y otros muy duros en distintas competencias. Siempre el primero y el último partido son inolvidables. Fui un afortunado en vivir todo lo que despertó esta selección” y sobre la caída de hoy agregó que “se sabía cómo era esto, lamentablemente no se pudo pasar. No había que cometer errores y los cometimos”.

Otro que hoy le dijo adiós al seleccionado, Andrés Nocioni, confirmó que “este fue mi último partido con la camiseta de Argentina, ya le di todo lo que tenía para dar. La verdad es que después dirán si lo hice bien o mal, no lo puedo hacer yo. Lo único que sé es que dejé todo lo que tenía para brindar. Sinceramente estoy tranquilo porque mi puesto está bien cubierto de cara al futuro con el “Pato” Garino y Gabriel Deck. Las sensaciones son muchas porque ha sido un placer jugar con estos compañeros, en especial con “Manu”, el mejor basquetbolista argentino. Por suerte nos dimos el gusto de estar juntos una vez más y ahora es el turno de los más chicos”.

Distinta es la situación de Luis Scola, quien aseguró que “voy a seguir jugando en el seleccionado, a mí nadie me avisó que no podía hacerlo. Sé que a ustedes (los periodistas) les encanta el tema de la Generación Dorada, pero lo cierto es que varios de sus exponentes se fueron hace rato”.

Facundo Campazzo señaló que “el equipo hizo un torneo muy bueno, pudimos competir con todos, le ganamos a una selección europea, una africana, y un partido épico a Brasil, esta fue una generación que ya dio todo y ahora nos quedará a nosotros inculcar, y transmitir esos valores a los más jóvenes, el recambio está en marcha. En la proyección hacia adelante la intención será forjar jóvenes valores, que crezcan bajo el ala de los más experimentados, después del momento de mayor éxito de la Generación Dorada hay que seguir teniendo los mismo objetivos. La vida sigue siendo la misma, pero con la satisfacción de haber jugado con los mejores jugadores de Argentina”.

El técnico Sergio Hernández sostuvo, ante los retiros del seleccionado de Emanuel Ginóbili y Andrés Nocioni, que a “estos genios sólo queda agradecerles todo lo que aportaron. Fueron tan grandes que ayudaron a mejorar a los chicos que vienen por detrás de ellos. Integraron la armada más grande del basquetbol argentino. Estoy súper orgulloso de este equipo”.
ESTADOS UNIDOS (105): Kyrie Irving 11, Klay Thompson 4, Kevin Durant 27, Carmelo Anthony 7 y DeAndre Jordan 2 (f.i.); Paul George 17, Demarcus Cousins 15, Kyle Lowry 5, Jimmy Butler 7, Draymond Green 1, Demar DeRozan 6 y Harrison Barnes 3. DT: Mike Krzyzewski
ARGENTINA (78): Facundo Campazzo 13, Emanuel Ginóbili 14, Patricio Garino 8, Andrés Nocioni 12 y Luis Scola 15 (f.i.); Carlos Delfino 6, Nicolás Laprovíttola 2, Marcos Delía 0, Gabriel Deck 2, Leonardo Mainoldi 2, Nicolás Brussino 2 y Roberto Acuña 2. DT: Sergio Hernández. 
Progresión: Estados Unidos 25-21, 56-40 y 87-61.
Árbitros: Belosevic (Serbia)-Locatelli (Brasil)-Lottermoser (Alemania).
Estadio: Arena Carioca I.

VOLEIBOL

El seleccionado masculino de voleibol no pudo seguir haciendo historia, al perder ante Brasil por 3-1, , con parciales de 25-22 (en 27 minutos), 17-25 (en 24), 25-19 (en 28) y 25-23 (en 27), en uno de los partidos válidos por cuartos de final, que se jugó en el estadio Maracanazinho. A pesar de la caída, los dirigidos por Julio Velasco se llevaron de Río de Janeiro un DIPLOMA OLÍMPICO.
Argentina se había clasificado primera –algo que no logró nunca hasta ahora, ni aun cuando obtuvo el bronce en Seúl 1988 - en el Grupo B, luego de ganar cuatro partidos (a Irán por 3 a 0, a Rusia -campeón olímpico- por 3 a 1, a Cuba por 3 a 0 y a Egipto por 3 a 0), y perder solamente contra Polonia, actual campeón mundial.
Brasil, en cambio, local y favorito, sufrió hasta el último encuentro para saber si entraba a cuartos, ya que en el camino cayó frente a Estados Unidos e Italia, ambos por 3 a 1, y definió el cuarto puesto de su zona con Francia, a quien eliminó tras vencerlo por 3 a 1 en la noche del lunes pasado.
Brasil, oro en Barcelona 1992 y Atenas 2004, plata en Beijing 2008 y Londres 2012, subcampeón del último Mundial de Polonia 2014, dirigido por Bernardo Rezende hace 15 años y protagonista de todos los torneos en la última década, era el claro favorito en los papeles, cosa que ratificó en la cancha.
Velasco había dicho antes del partido que “en cuartos somos un caballo que paga 6 pesos”. El entrenador platense, quien en el Maracanazinho fue campeón del Mundial 90 y de la Liga Mundial 95 cuando dirigía a la selección de Italia, con la que obtuvo la medalla de plata en los Juegos de Atlanta 1996, confiaba de todas formas en dar el batacazo, cosa que finalmente no se dio, aunque su equipo luchó hasta la última pelota.
Argentina, que siempre fue segundo en Sudamérica por el claro dominio de los brasileños, sorprendió a su clásico rival en tres Juegos Olímpicos (de seis): le ganó en Seúl 88 (en el partido por la medalla de bronce), Atlanta 96 y Sydney 2000 (en cuartos de final). Esta vez, los brasileños volvieron a ser superiores y se quedaron con el pase a semifinales, instancia en la que chocarán con Rusia, campeón en Londres 2012, que no pasó demasiados sobresaltos para vencer a Canadá por 3-0, con parciales de 25-15, 25-20 y 25-18.

El armador Luciano De Cecco se lamentó por la caída del equipo albiceleste ante Brasil y afirmó que “lloré primero porque se retiró la Generación Dorada y ahora porque perdimos. Nos tocó bailar con la más fea. Ellos tienen un equipazo y nos ganaron bien”. El jugador de Perugia de Italia añadió que “me llena de orgullo lo realizado por este equipo. Ojalá Argentina atesore lo que hoy hicimos; lamentablemente, me voy vacío, pero dejamos todo”.
En tanto, el líbero Alexis González comentó que “nos vamos con bronca, porque dimos todo y no alcanzó. Antes de los Juegos todos decían que no llegamos y lo hicimos, estuvimos muy cerca. Sentimos que la gente estuvo con nosotros. Hoy se acabó, no alcanzó todo lo bueno que hicimos en la fase de grupos, donde terminamos primeros. Nos tocó Brasil, un gran equipo, con grandes jugadores y nos superaron; igualmente, sabíamos que podíamos y lo jugamos de igual a igual, nos faltó muy poco para poder llegar a las semifinales”.
Sebastián Solé, por su parte, dijo que “nos tenemos que ir con la cabeza bien arriba, jugamos un gran torneo, tuvimos muy buenos momentos. Es triste porque termina un ciclo de cuatro años, en el que tuvimos muy buenos momentos. De todos modos, está muy buena actuación nos dará respeto en el mundo y los otros equipos nos mirarán distinto y con admiración”.

LUCHA

Por muy poco, Patricia Bermúdez no pudo conseguir la medalla de bronce en la categoría 48 kilos de lucha libre y debió conformarse con un DIPLOMA OLÍMPICO, al caer en una de las finales del repechaje, ante la búlgara Elitsa Atanasova Yankova por 3-1 (7-6), en el estadio Arena Carioca 2 del Parque Olímpico, en Barra de Tijuca. Atanasova Yankova había vencido a la rusa Milana Dadasheva en octavos, a la colombiana Carolina Castillo Hidalgo en cuartos y perdido con la azerbaiyana en semifinales.

Bermúdez, de todos modos, mejoró el decimoséptimo lugar que había logrado en Londres 2012, cuando perdió en primera ronda con la polaca Iwona Matroscka, a quien hoy venció y se tomó revancha. Para Río 2016 había obtenido su clasificación en los Preolímpicos realizados en Frisco, Estados Unidos, en marzo pasado.

La historia en Río 2016 no había arrancado bien para la santiagueña: no la favoreció el sorteo del cuadro y cayó sin atenuantes en octavos de final, por 4-0 (10-0), ante la azerbaiyana Mariya Stadnik, quien finalmente avanzó a la final, motivo por el cual la santiagueña se acreditó la chance de disputar el repechaje. Stadnik, nacida en Ucrania, pero representante de Azerbaiyán, había sido, además de plata en Londres 2012, bronce en Beijing 2008, campeona en Herning (Dinamarca) 2009, subcampeona en Estambul 2011, tercera en Taskent 2014 y subcampeona en Las Vegas 2015. Además, ganó todos los campeonatos europeo desde 2008 en Tampere, Finlandia, pasando por Vilna 2009, Dortmund 2011, Vantaa (Finlandia) 2014 y Riga 2016.

Su contrincante en la primera ronda del repechaje fue precisamente la polaca Matkowska, su vencedora en Londres 2012, quien también había caído (4-0) con Stadnik, en cuartos de final. En un combate muy reñido, Bermúdez trabajó de manera inteligente y se quedó con la victoria (6-3), para ubicarse en el umbral de la medalla de bronce.

La japonesa Eri Tosaka se llevó la medalla oro y Stadnik, la de plata, al igual que en Londres 2012. Por su parte, la otra medalla de bronce quedó para la china Yanan Sun, quien se impuso a la kazaja Zhuldyz Eshimova.

Bermúdez, medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, se mostró bastante molesta con el arbitraje de su último combate: “Estoy muy desilusionada y triste con el arbitraje. Creo haberle ganado, estaba puesta de espalda. Estuve muy cerca, pero no me la dieron. Inclusive con los dos puntos de penalización que me otorgaron no la hubiese perdido”, dijo aún con lágrimas en los ojos en la rueda de prensa posterior a su participación en Río.

A pesar del dolor que experimentó por haber acariciado la medalla de bronce, Bermúdez consideró que “estas cosas nunca restan sino que suman de cara al futuro. Además mejoré mi producción respecto de Londres. Y eso me alienta a seguir progresando”.

ATLETISMO

Con su mejor marca de la temporada (la anterior había sido de 78,53 metros, el 16 de julio, en el mismo estadio, cuando terminó cuarto en el Iberoamericano de atletismo), cumpliendo una actuación superior a la de Londres 2012 (se ubicó en el puesto 30, aunque con el atenuante de que apenas tenía 18 años), el bonaerense Braian Toledo logró pasar a la final de lanzamiento de jabalina en los XXXI Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, al arrojar el elemento a 81,96 metros y quedar quinto en la serie A, que fue ganada por el alemán Julián Weber, con 84,46 metros, y duodécimo en la general, el último lugar para ingresar a la instancia decisiva que se disputará sábado, a partir de las 20,55.

En su primer intento, Toledo estableció un registro de 78,99; en el segundo logró la marca que le permitió clasificar (81,96) y en el tercero no pudo mejorarla e hizo 80,36. El ascendente atleta de Marcos Paz tiene su record en los 83,32 metros, conseguido en el Mundial de Beijing 2015 (el 24 de agosto), lo que le permitió superar en 42 centímetros el récord nacional que había logrado en el Cenard el 29 de marzo de 2015.

Toledo fue superado ayer por estos nueve atletas: El triniteño Keshorn Walcott, con 88,68 metros; el alemán Johannes Vetter, con 85,96; el también alemán Weber, con 84,46; el japonés Ryohei Arai, con 84,16; el checo Petr Frydrich, con 83,60; el keniata Julius Yego, con 83,55; el checo, Jakub Vadlejch, con 83,27; el ucraniano Dmytro Kosynskyy, con 83,23; el alemán Thomas Rohler, con 83,01; checo Vitezslav Veselv, con 82,85 y el finlandés Antti Ruuskanen, con 82,20.

En su breve y exitoso historial fue medalla de bronce en el Mundial de menores 2009, oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud Singapur 2010 y bronce en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011. Ganó también la medalla dorada en el campeonato Iberoamericano de 2012, en Barquisimeto (Venezuela,) y la presea de plata en el Mundial Junior 2012, en Barcelona.

“Ahora me voy a descansar y espero que mi compañero de habitación (el trenquelauquense Germán Lauro, que mañana competirá en lanzamiento de martillo) me haya dejado algo de comida, porque el “Gordo” se come todo lo que hay por allí”, bromeó Toledo con la inocultable felicidad de una clasificación inédita en su historial olímpico.

EQUITACIÓN

Matías Albarracín (nacido en Curitiba, Brasil), con Cannavaro 9, logró el pase a la final de salto individual, en la prueba de equitación, al sufrir 5 penalidades en la tercera jornada clasificatoria y acumular 10 en la general, mientras que el porteño Ramiro Quintana, con Appy Cara, quedó eliminado de la competencia.

Albarracín se ubicó trigésimo en la tercera ronda de la clasificación, con 5 penalidades (cuatro por salto y una por tiempo), lo que le permitirá competir en las finales del próximo viernes.

Quintana, en tanto, se ubicó en la cuadragésima posición en la ronda, con 10 penalidades (ocho por salto y dos por tiempo), compartiendo esa ubicación con el egipcio Karim Elzoghby, y quedó eliminado de la competencia que se realizó en el Centro Olímpico Ecuestre, de Deodoro.
En esta tercera y última ronda clasificatoria, donde lograron el pase a la final los 35 que hayan acumulado menos penalidades, el mejor fue el canadiense Eric Lamaze, con Fine Lady 5, sin penalidades.

CICLISMO BMX

El sanjuanino Gonzalo Molina y la cordobesa María Gabriela Díaz quedaron hoy relegados en la prueba de ciclismo BMX, en las competencias que se desarrollaron en el Centro Olímpico del complejo Deodoro.
Molina se ubicó vigésimo noveno entre 32 competidores, con un tiempo de 36 segundos y 860/1000 en la prueba que ganó el francés Joris Daudet, con un registro de 34 segundos y 617/1000. El sanjuanino se había coronado subcampeón mundial juvenil en Auckland (Nueva Zelanda) en 2013, cuando escoltó al norteamericano Sean Gaian, quien no participó en Río. Mañana correrá una de las series -la última- de cuartos de final.
Díaz, en tanto, quedó decimosexta y última en la clasificación individual del denominado Time Trial, con un tiempo de 40 segundos y 07/100, prueba que ganó la colombiana Mariana Pajón, máxima favorita al oro, con una marca de 34 segundos y 50/100. La oriunda de Alta Gracia compitió por segunda vez en un Juego Olímpico, tras haber sido quinta en Beijing 2008. El viernes estará en una de las semifinales.

EL MEDALLERO

Estas son las principales posiciones del medallero, al cabo de la jornada de hoy: